
Memoria 42
Dos imágenes antagónicas. A. Zambullirme entre las líneas de los Diarios de Kafka, en papel líquido. No salir jamás a causa de las heridas infligidas por cada ángulo de letra igual a una cuchilla; las líneas de escritura son como la jaula que sale en busca de un pájaro. Y acabar desgarrado como un pez. (Cuadernos en octavo)
B. Mi mujer y yo, en Sicilia. Estamos en la terracita de un café de Siracusa, después de haber visitado, muy emocionados, las tumbas de Arquímedes y del general Marcelo, que son contiguas. Sopla un vientecillo de verano, bebemos cerveza local helada. Ella lee un libro y por momentos observa el mar sereno, aquel cayo negro en el que revienta una onda de agua, en sucesión continua. Yo, pienso en aquella toma de Siracusa por los cartagineses en el 212 antes de Cristo, y en las maravillosas máquinas de Arquímedes…