Ninguna soberbia – Entrega 25

Autor: Germán Gaviria Álvarez
País: Colombia
Año: 2024
Páginas: 70
Palabras: 5999
Idioma: Español
Género: No-poesía
Temas: amor | soledad | familia | el barrio  | la amante

Idea para escribir este libro. No poesía es no narrativa autobiográfica / ficcional que detalla la permanencia de los sentimientos y de las emociones del no poeta desde su lejana niñez hasta el presente. Inicialmente titulé este libro Expertos en música de cámara por mi amor hacia este tipo de música y porque lo no narrativo de esta no poesía es de espíritu y de tono intimista. No es un libro que me haya sentado a escribir durante varios días seguidos y durante cierto tiempo. Son no poemas que surgieron poco a poco, a lo largo de más de 20 años ‒desde que conocí a mi actual mujer‒, mientras desarrollaba en paralelo mi mundo narrativo. Las soluciones de continuidad son temáticas, sonoras, emocionales y vagamente librescas. En el no poeta había mucha, mucha soberbia creativa, con cada no poema busco eliminarla. Pero ¿cómo arrancar de mí la biblioteca que llevo dentro para encontrar cierta pureza en la expresión no poética? ¿Bastaría con eliminar las referencias librescas? ¿Cómo entreverar lo no poético con lo no narrativo o viceversa? Hay, en todo caso, demasiada soberbia en semejantes empeños.

Ninguna soberbia

Entrega 25

 

Germán Gaviria Álvarez

 

Para C.E. A. de G y J. G-R. R.

 

 

La Casa del fuego es un calvero de mujeres huérfanas
Una ventana atravesada donde las lámparas murmuran
Una pared donde yerran las manos podridas de un soldado sin bandera
La Casa del fuego es una obra sin piso ni techo y un patio desolado
Sin vigas ni columnas
Sólo un emblema 
La fusta de madre curada en el lomo, en la frente, en las piernas
En las puntas de dos agujas la soledad de titanio
La amargura que en cuajos navegaba
Alegrías y risas sin ninguna primavera
Frambuesas maceradas, clavicordios y sacabuches, pides
La música interior de un espíritu se guarda en una polaina
Nada ni nadie vuelve a la Casa del fuego, digo, ten este puñado de fresias
El espacio no existe, sólo la fragancia congelada de aquellos pétalos
De aquella corola ahíta de pistilos
El tono del recuerdo mancha
A veces para toda la vida
Cada tanto hay que ajustar clavijas y apretar las aldabas.

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