
Autor: Germán Gaviria Álvarez
País: Colombia
Año: 2015
Páginas: 91
Palabras: 6160
Idioma: Español
Género: No-poesía
Temas: amor | soledad | creatividad literaria
Idea para escribir este libro. Idea para escribir este libro. No poesía es no narrativa autobiográfica / ficcional que detalla la permanencia de los sentimientos y de las emociones del no poeta desde su lejana niñez hasta el presente. Inicialmente titulé este libro Expertos en música de cámara por mi amor hacia este tipo de música y porque lo no narrativo de esta no poesía es de espíritu y de tono intimista. No es un libro que me haya sentado a escribir durante varios días seguidos y durante cierto tiempo. Son no poemas que surgieron poco a poco, a lo largo de más de 20 años ‒desde que conocí a mi actual mujer‒, mientras desarrollaba en paralelo mi mundo narrativo. Las soluciones de continuidad son temáticas, sonoras, emocionales y vagamente librescas. En el no poeta había mucha, mucha soberbia creativa, con cada no poema busco eliminarla. Pero ¿cómo arrancar de mí la biblioteca que llevo dentro para encontrar cierta pureza en la expresión no poética? ¿Bastaría con eliminar las referencias librescas? ¿Cómo entreverar lo no poético con lo no narrativo o viceversa? Hay, en todo caso, demasiada soberbia en semejantes empeños.
Caída que asciende
[2005-2013]
Entrega 39
Germán Gaviria Álvarez
Apresúrate lentamente
Augusto
Bocabajo
Julio 15
Las nubes hablan de tormenta
Y como ayer, las hojas de los árboles llenarán la calle
Hasta que las ramas estén solas
Un viento helado a media mañana
Lento, punzante en la cara
En la 77 los carros se atascan
El azul de las montañas es más azul
Camino con dolor en los huesos
La carne desprendida
Parece que el amor ha descendido de las venas
Es un ave que busca donde posarse
Mis órganos están estrangulados
Angustia
A secas
La luz demasiado blanca
Como para una jaqueca
En el andén no sé si ir al norte o a occidente
Si tomar la 15 o la 76
Si elevarme al cielo donde nada hay
Si hundirme para siempre en el subsuelo
Los transeúntes son fichas de carne
Móviles, afanados
En su mundo inescrutable
Como la desesperación
Sé que debo respirar, y respiro
En esta mañana de cualquier día
Sé que debo andar, doy el paso
La puerta está abierta
Sólo para mí
En este tiempo perdido
Parece que el amor se ha posado en alguna parte
En aquellos árboles viejos
En mis hombros
O es un recuerdo sólido
Estas calles que recorrí con ella los domingos en la tarde
Aquel taxi que la vi tomar en la esquina no hace mucho
Siento rabia de que no caiga la tormenta anunciada
Que no sea entrada la noche
Que no pueda tomar su mano y llevarla a mi pecho
Siento rabia de mí
De sentirme demasiado pequeño
De haber dado un paso
No sé cuál ni hacia dónde
Sólo porque debo hacerlo
Y la puerta de par en par
Sólo para mí
Salí a la calle para ir a ninguna parte
Reconozco que así es
A lo mejor salí para sentir el peso del andén
El ambiente cargado de humedad
Y aun así
Apurado en el realismo
Hay cosas que no existen
Por eso no hablo
Guardo las palabras
Respiro a fondo, miro a mi alrededor
Así hacemos todos
Sacamos el paso guardado
El amor anida en un gancho del armario
Con forma de blusa
De pantalón ajustado
De tenis trasegados
Pienso en regresar
Pues la tormenta viene
El sol cierra sus párpados
En los andenes la gente pone la punta del pie en la frente
Dudo
No quiero mojar mis únicos zapatos
Una gota pesada en la cabeza
Otra en el cuello
Clavos enormes en la cara
El azul de las montañas se ha convertido en giba de dragón tras un raso
El agua está helada
Y exultante
No es posible vivir de nuevo
No
Y sin embargo estoy vivo
Vivo
Hasta hace poco llevé una vida suicida
Fui editor de buenos y de malos autores
Y quizá ahora suplante a uno de ellos
Cosas así suceden todos los días
También me enamoré de nuevo
Tuve un hijo
Escribí un poemario nueve veces y catorce una novela sobre mi madre
Lo sé, yo hice todo eso, soy un genio
No lo he imaginado
No
Aún siento entre los dedos el peso del lápiz
La textura del cuaderno
Sin embargo, eso nada significa
Las hojas de los árboles son humus
Sé que no hay remedio
Y echo a andar como si fuera para alguna parte
El alma ha dejado atrás el cuerpo
El vacío avanza
Este cuerpo largo, huesudo, castigado, deshecho por el tiempo
Lo confirma aquella ambulancia
Sus luces rojas
El par de enfermeros
La sirena que inunda la calle
La camilla blanca empujada por el joven impecable
Es mi cuerpo
Mi cuerpo olvida que tuvo un hijo
Aunque tal vez mi cuerpo lo ha imaginado
Lo admito
Los chismosos ven ese cuerpo largo, huesudo, castigado, deshecho
Sin vida
Como la gota que cae y pega y se mezcla con otras en el andén
Y se pierde en el polvo