
Autor: Germán Gaviria Álvarez
País: Colombia
Año: 2015
Páginas: 91
Palabras: 6160
Idioma: Español
Género: No-poesía
Temas: amor | soledad | creatividad literaria
Idea para escribir este libro. No-poesía es no-narrativa autobiográfica y ficcional, es un no-fluir/fluir de un texto que lucha por su autonomía, tener voz propia, en un arco de tiempo de unos pocos días, pero que se han extendido a lo largo de nueve años.
Caída que asciende
[2005-2013]
Entrega 38
Germán Gaviria Álvarez
Apresúrate lentamente
Augusto
Bocabajo
Julio 15
No toco tu mano porque crea que es bonita, sensual
Es hermosa y basta
Mis yemas no se deslizan por tu pie porque lo imagine perfecto
Ni mis labios siguen el aroma de tus rodillas
No las muerdo porque sean angulosas
Mis ojos no siguen tu cadera imaginando delicias
Ni me arrodillo ante tu nuca de vellos finos, cruzados como un soplo
No
Mi cara no se apoya en tu espalda porque sea un día de sol
Porque sepa que tu piel es única
Mis ojos no se derriten porque te vea perfecta
No, no lo eres
Eres una mujer sin afán de ser bonita
Sensual, atractiva, algo así
No acaricias tu pelo para seducirme
Ni te echas cremas para el rejuvenecimiento
Te levantas trasnochada
Y entre las recién levantadas eres la más bella
Rota porque es martes y sigue la semana
No
Rozo tus cejas, tu mandíbula
La playa de tu pecho
El arenario de tu frente
Tus pestañas cerradas en luna veraniega
Curvas del sueño
Los girasoles se agitan en tus mejillas
Pienso de pronto en tantos libros, y en un libro rojo
No porque sean un símbolo
Es otra cosa
Mañana mismo se verá la diferencia
Ahora veo mis chanclos viejos
A ti bajo las sábanas
La lámpara en ángulo
La vela de cera de abejas encendida por fin
La radio en música barroca
Una noche cualquiera
Este es el libro rojo
Donde me desangro
No es más
¿Quién no asocia al cielo con la eternidad?
¿Y quién en el fondo no odia a Dios por tenerlo todo?
Pero Dios no se siente satisfecho del hombre
El hombre sí de sí mismo
El cielo vale la pena por las nubes
Del azul los poetas han hecho mil millones de metáforas
El cielo puede ser una marea de selva
Y tu sobaco
Cuna de imágenes
Ahora duermes, tienes ese gesto
La radio en música antigua
Yo, en posición de loto, escribo esto
Lo demás es penumbra
La penumbra, acaso
Pesa en el hueso
La penumbra, acaso
Es el dolor mismo
No porque te mire sereno soy el horizonte anhelado
No porque acaso
En mis ojos, justo detrás, la opacidad
Y mis yemas en tus cejas
Tu nariz
La esquina de tu hombro
Este es el libro rojo porque lo quise así, por deseo
Aunque el rojo no te guste
El color de la aurora
Aunque sea el color del suspiro
Así es
Así será
Y el giro de la vida sea irrisorio
Un centavo
O menos
Menos
Menos que un óbolo
No toco ni fustigo tu perfección
Te toco a ti
Como si fuera posible tocar con la carne del corazón
Eres tú
Cuando la noche, la noche, la noche
Es más noche
Pues de día es la sonrisa forzosa
Y somos otros
Otros
Y al parecer
No nos conocemos
O somos nuestra sombra
Qué cosa triste
Que pronto será nada
Algo que el espacio borrará
Eterno
Implacable
Ni sabio ni obtuso
Con memoria o sin ella
Con pasado o sin él
Sin emblema alguno
Absoluto en la indiferencia
Entretanto duermes y no duermes
Esperas a que me tienda a tu lado
La radio en música antigua
He servido dos copas de vino tinto
Bebo una, renuevo la otra
Sé que ahora estoy bocarriba
Aunque no mire el techo
Y sepa de aquella mancha
Te miro, no dejo de mirarte
Es una noche
No una noche cualquiera
Al fin noche
Salvo la radio con aquella música y en tu leve ronquido hay silencio
Mis pensamientos llenan la casa
Tu casa, mi casa
Cada átomo es tuyo
Incluso los del alma, si tuviera
Te miro
Sé que ya no puedo más
Pero puedo, es simple
Tu rostro lo dice
Y mi corazón se arrastra
Lentamente
Dejando sueltas las arterias
Con firmeza.