Autor: Germán Gaviria Álvarez
País: Colombia
Año: 2015
Páginas: 91
Palabras: 6160
Idioma: Español
Género: No-poesía
Temas: amor | soledad | creatividad literaria
Idea para escribir este libro. No-poesía es no-narrativa autobiográfica y ficcional, es un no-fluir/fluir de un texto que lucha por su autonomía, tener voz propia, en un arco de tiempo de unos pocos días, pero que se han extendido a lo largo de nueve años.
Caída que asciende
[2005-2013]
Entrega 14
Germán Gaviria Álvarez
Apresúrate lentamente
Augusto
Bocabajo
Junio 29
Esta es una noche con Piazzola
Bogotá está helada
Las horas se llenan de fríos extraños
De presencias
Aquí hay calma
Mi hijo duerme en el cuarto de al lado
Los carros zumban fuera
El bandoneón de Piazzola pega con fuerza
¿Qué puede ser mejor?
Estoy cansado, debería dormir
Pero no puedo
He tenido pesadillas, les temo
Me he desvelado en las madrugadas, me estremece la soledad brutal
Mi amada está lejos, no puede venir como por arte de magia
Con ella compartiría la novela que he venido imaginando y nunca tendrá término (por supuesto, la novela que escribí catorce o quince veces es imaginaria, así como el libro de no poemas, ya dije, son extravagancias de mi imaginación)
Se trata de la historia de mi madre
Debería empezar así:
“Fui mujer de un solo hombre, y tuve once hijos. Los crie como pude. Nunca perseguí ni celé a mi marido, aunque él sí lo hizo conmigo; incluso con marcada violencia, y como me enseñó mi madre, fui sumisa. No respondí a su fuerza ni a su grosería, pero llevaba cosas por dentro, y cuando lo veía llegar –y siempre deseaba que llegara–, quería que jamás volviera. Creo que no podía sentir amor por él, sólo admiraba aquello que él era: un desarrapado lleno de vida, groseramente orgulloso de su miseria y de la fuerza brutal que llenaba su corazón. Pero era un infeliz de los que siempre rumian…”
Me tracé la novela entera
Y me sentí entusiasmado
Un genio, claro
Los críticos asombrados, la cuenta en el banco a rebosar de dinero
Los días pasaron
Quedaron aquellas líneas
Una noche de junio
Cuando en Bogotá el frío es el de siempre
El aire brilla
Vivaldi (he puesto a Vivaldi), Vivaldi también resplandece sin necesidad de nadie
Su calavera perdida en algún cementerio de Viena
Reluce la voz del castrati
Me gusta la profundidad de esa garganta de diamante
Gangosa, casi, un diamante con borra
Claus, espera
Molina, espera
Yo, bebo un trago para caldearme
Vivaldi, está vivo en el cementerio de la historia
Claus pidió la eutanasia
Molina, está bien vivo
El castrati, lo está gracias a Vivaldi
Tengo largas las uñas de los pies
Hoy, sólo ha sido un día presente
Todos los días desaparecen
Existe el ahora, el verbo en singular
El pluscuamperfecto
Todas esas dificultades
Un día
Siempre habrá un día
El ansia que añora
Su evanescencia.